PESCAMOS EN: Estuario del Río de la Plata
INTRO
“La pesca tiene su cuota de sacrificio”, dice mi amigo Claudio. Y en ese orden de cosas, sin titubear planeó una salida embarcada al Río de la Plata para el día más frío del año…
GÉLIDA MAÑANA
Aún de noche, mi compañero pasó a buscarme con el entusiasmo de siempre. El camino hacia San Fernando fue colmado de optimistas proyecciones y promesas de buena pesca. Pese al intenso frío.
Con las primeras luces del amanecer llegamos a la guardería donde nuestro otro compinche, Juan Manuel, guarda su embarcación. Si de entusiasmo hablábamos, “Juanma” ya estaba al pie de la lancha cargando todo como para no perder demasiado tiempo, helada en sus manos incluida.
PROA AL “PEJE”
Recorrimos el derrotero habitual con inicio en el Río Luján hasta su desembocadura en el gran río. Allí buscamos el paso adecuado y cruzamos el Canal Mitre hacia río abierto en procura del garete.
Con el amanecer como telón de fondo llegamos al lugar elegido y preparamos todo lo necesario para una buena deriva: ancla de capa y ceba al agua, y a bordo, los pertrechos y carnadas.
EL EQUIPO
Como siempre, Tech Tackle me acompaña. Elegí para este relevamiento una hermosa caña Intruder de 4,00 m. y un reel frontal Blood 30 cargado con multifilamento Tech XT Braided de 4 hebras y 20 libras.
La línea, armada con tres boyas amarillo fluo y en el extremo distal, un llamativo puntero con dos anzuelos. Como sucede casi siempre, en este último accesorio, que flota atractivamente libre, se dio la mayor cantidad de capturas. Las brazoladas fueron confeccionadas con una longitud 15 a 25 cm.
Tres carnadas fueron las que elegimos para tentar a los pejerreyes: mojarras vivas y saladas, y filet de dentudo fresco.
Es importante estar resguardado de la severidad del clima. Esta pesca demanda largas jornadas con exposición a las inclemencias del tiempo. Payo Argentina me protege. Gorra con cuello incluido, camiseta térmica primera piel, buzo, anteojos… y me despreocupo del viento, del frío y del sol. Genial.
EL GARETE
En una mañana diáfana casi soñada, y pese al frío intenso, aprovechamos el viento que varió de manera muy leve del Sud Sudeste al Sur. Como he comentado en otros artículos, la mencionada dirección del viento permite garetear viendo muy bien las líneas, las que por la incidencia del sol de costado y de a momentos “de espaldas”, se ven claramente aún en la lejanía, permitiendo esto divisar el pique a gran distancia. Pero una doble bajante y la levedad del viento que “planchó” el río hicieron que la pesca fuera bastante dificultosa.
LA PESCA
Muy difícil por lo que recientemente mencioné, a lo que se sumó que la carnada que compramos no fue buena en absoluto, casi en su totalidad eran mojarrones y dentudos que al menos nos proveyeron filets. A las 13 horas nos quedamos casi sin carnada, debiendo apelar a las mojarras saladas que teníamos de pescas anteriores, lo que dificultó aún más la faena.
Ya no es tan frecuente obtener los grandes pejerreyes de antaño, pero hemos logrado algunos ejemplares buenos.
Las fotografías son elocuentes. Obtuvimos más de 40 capturas. Como de costumbre, devolvimos al agua los de menor tamaño.
ALGUNOS TIPS
Es fundamental el equilibrio en la elección del equipo. Cañas livianas con reeles y sedal liviano, cañas más potentes, con reeles más grandes y sedal más grueso. Parece algo obvio, pero no siempre se observa en los pescadores esa armonía en el equipamiento.
Las líneas deben estar prolijamente armadas prestando atención a los detalles. Como dice mi amigo Pablo González, la suma de los detalles redunda en el éxito en la pesca.
El encarne tiene que ser atractivo, pero debe estar bien hecho, como se observa en la fotografía que acompaña a esta nota. Con el cebo enhebrado de una sola pasada. Si es filet, pinchado desde la carne, y no desde la piel. De esta manera la carnada “flameará” llamativamente y si en el contacto con el agua se hidrata (pasa mucho en el filet salado), el volumen quedará hacia adentro y dejará libre el dardo del anzuelo.
Se debe controlar la deriva de la línea permanentemente, así se evita molestar a los compañeros con la “panza” del sedal, o con una navegación incorrecta del aparejo, y por supuesto, estar a pick up abierto propiciando una regular salida de multifilamento, hecho que nos permitirá clavar en el momento justo.
FIN DE FIESTA
Con la tarde ya avanzada y -pese a todo- muy satisfechos, decidimos dar por finalizada la jornada. Siempre se disfruta, aún con el clima hostil de pleno julio, pero sin lugar a dudas, por lo vivido a bordo y con la rúbrica de un marco único en el atardecer del río, vale la pena el sacrificio.
AGRADECIMIENTOS
A Claudio y Juanma por la hermosa jornada compartida.
TECH TACKLE – Por acompañarme incondicionalmente en todos mis proyectos.
PAYO ARGENTINA – Por vestirme y protegerme con la mejor pilcha del mercado.
6 comentarios en “RÍO DIFÍCIL, PERO OBJETIVO LOGRADO”
El sabado nosotros fuimos al Dito y entre 4 sacamos 36 pescados, estuvo muy duro el rio. Muy buena nota. Los leo siempre. Sds.
Hola Martín. Hablé con varios amigos que también se embarcaron el sábado y el panorama fue muy similar. Nosotros contamos la pesca como es, haya mucho o haya poco.
Muchas gracias por comentar.
Un abrazo!
Hola Víctor, muy buena la nota. Detallaste lo que vivimos arriba de la Samurai el sábado con impecable exactitud. Te leo, veo las imágenes y parece que estoy ahí de nuevo, flotando en río, haciendo lo que más nos gusta y encima con mis amigos compartiendo la misma pasión.
Lo de las mojarras es cierto, nos complicó un poco la pesca, pero bueno…es parte del juego y en estos casos es donde debemos aguzar el ingenio y valernos de lo que tenemos a mano.
¿Frío? En mi diccionario pesquero esa palabra no existe (y en mi manual de ciclista tampoco). A veces los peces y la naturaleza no lo ponen fácil, pero ¿qué sería de nosotros los pescadores sin un poco de sacrificio, verdad?
Gracias por comentar Claudio! Es así, la Naturaleza manda, y las circunstancias también hacen lo suyo. El éxito reside en poder adecuarse a estas dos variables, y creo que lo hicimos bien!
Un abrazo!!!
VDV
Te hago una pregunta respecto a los pejes que salen en el rio de la plata.
Alguna vez hiciste estudios sobre la contaminación que tienen, o leíste alguno, ya que al ser migratorios supongo influye menos, pero no se realmente cuánto y si es recomendable no comerlos o si son inocuos. Saludos. Gerardo.
Es cierto que al ser migratorios están menos expuestos, pero respondo lo que te contesté en otros posteos. Es una opinión personal. Hola Gerardo. Yo no recomendaría comer los pejerreyes de la costa del Río de la Plata. No sólo por la posibilidad de que hayan incorporado metales pesados, sino también por cuestiones bacteriológicas. Los pejerreyes que pescamos en esta ocasión los obtuvimos lejos, pasando el Mitre. Pero yo lo considero un hito para mí, no traigo más, ni siquiera esos, porque al eviscerar uno de ellos percibí un fuerte olor a combustible. Así me pasó hace unos 30 años en la Costanera y jamás volví a comer un pescado de la costa del Río de la Plata, los devuelvo a todos. A partir de ahora haré lo mismo con los que pesque embarcado, y comeré los que pesque en el mar.
Saludos!!!
VDV.