TRAS LOS PASOS DEL LIBERTADOR (Parte 1)

“De lo que mis Granaderos son capaces, solo yo lo sé. Quienes los iguale habrá, quienes los supere, jamás”  – General José de San Martín.

Mi infancia tuvo un fuerte acento en lo patriótico. Mi padre, un nacionalista a ultranza, admiraba al General San Martín y a todo lo vinculado con la gesta de la Independencia. Siempre me contaba con entusiasmo las hazañas del Libertador. De niño, me ha llevado a visitar la Catedral Metropolitana, a conocer museos y también viajamos hasta el mismo lugar en el que se libró la batalla de San Lorenzo, marcando así a fuego una impronta que no se borraría jamás.

En la escuela, me sorprendía con los épicos relatos de los libros de Historia de ese entonces. Claro, antes del revisionismo. Los próceres, eran descriptos a manera de deidades, y entre ellos, emergía la figura de Don José de San Martín como adalid de nuestra Patria.

A fines de 1978, un bolillero decidió mi futuro inmediato. Se trataba de continuar con mi vida habitual, o de cumplir con el deber cívico de servir a mi País. La tómbola, por cierto temida por muchos, me atribuyó el número 336, por lo que a principios de 1979 debí presentarme en una dependencia del Ejército Argentino para realizar el Servicio Militar.

Nunca voy a olvidarlo. Luego de haber aprobado el apto físico, un Suboficial, el Sargento Giménez, me tomó los datos y me dijo… “1,86 m., buena altura, vas a ir al Regimiento de Granaderos”

No puedo explicar con palabras la emoción que sentí al saber que iba a ser uno de los soldados del Libertador… y en el glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín!

Haber vestido ese ilustre uniforme formando parte del Escuadrón Chacabuco fue uno de los honores más grandes que me dio la vida.

No pude guardar fotos de mi paso por el Regimiento, corría el año 1979 y en ese entonces no estaba permitido tomar fotografías allí. Sí, conservo dos diplomas, uno por la Jura de la Bandera y otro, por haber obtenido mérito en mi desempeño en la Sección Perros de Guerra.

Pasaron los años y el espíritu Sanmartiniano siempre estuvo presente, leí y leo cuanto libro referido al Gran Capitán pasa cerca y no tengo dudas que los atributos que me fueron insuflados en el Regimiento, conformaron la arquitectura de mi vida. Deber, Valor, Honor y Libertad.

PRIMER PASO

En noviembre de 2023 fui convocado por mi amigo Lucas Santángelo para brindar una conferencia en el marco del Rosario Lure Masters, obviamente en la ciudad homónima.

En los planes estaba realizar la charla y dedicar un día a la pesca y otra jornada para visitar el Campo de la Gloria sito en San Lorenzo, a pocos kilómetros de Rosario, justo allí donde se libró aquella batalla que fue el paso inicial hacia nuestra Libertad.

Amaneció nublado y ventoso. Transité los pocos kilómetros que separan ambas ciudades y cuando quise acordar ya estaba a la vera del histórico convento.

En honor a la verdad, no pude contener las lágrimas. Estaba en el lugar donde el General San Martín y sus valientes Granaderos vencieron al invasor español, dando así comienzo a una gesta patriótica que nos haría libres.

Admiré el convento y sin demorar crucé al campo propiamente dicho. No podía creer el hecho de estar allí, tocando con mis manos el suelo que fuera abonado con sangre de Patriotas. Imaginaba la carga de los flamantes Granaderos a caballo arrinconando a los maturrangos contra las barrancas del Paraná y se me ponía la piel de gallina. Hasta me parecía estar escuchando los sonidos de la gloria!

Frente al recordatorio, una vez más agradecí al General San Martín, y como lo hago siempre, le pedí perdón por tanto desatino de quienes manejaron el destino de nuestro país desde ese momento hasta el día de hoy.

Miré por última vez el Campo de la Gloria mientras en mi interior sonaba la Marcha de San Lorenzo. Cumplí el sueño de estar allí una vez más, como un modesto agradecimiento por tanto.

Pero aún me sentía incompleto, quería ofrecer algo más a la memoria del Libertador… Pensé: “Mi General, este Granadero va a rendirle un tributo más, voy por el cruce de los Andes!”

El viernes 8 de marzo partirá mi vuelo hacia Mendoza.

Continuará.

AGRADECIMIENTOS

TECH TACKLE – Por acompañarme en todos mis proyectos.

PAYO ARGENTINA – Por proveerme toda la indumentaria y accesorios para esta formidable locura.

FUNDACIÓN EDUCAR – COLEGIO DEL LIBERTADOR – Por haber sponsoreado con tanto amor esta maravillosa aventura.

A mi amigo PABLO JAVIER LLAVER – Por haberme permitido entrenar con sus caballos.

14 comentarios en “TRAS LOS PASOS DEL LIBERTADOR (Parte 1)”

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    Hola Victor! Por aca Vainilla!, asi como vos estas expectante a nuestra expedicion, dejame decirte que tb estoy yo expectante a tu sabiduria sobre la gesta del General Jose de San Martin. En unos dias, te guiaré por un lugar inigualable de belleza pero mas importante aun, transitaremos por las huellas de aquel Ejercito que nos libero! Nos vemos el proximo fin de semana!

    1. Victor De Victor
      Victor De Victor

      Hola Vani! Gracias por leer la nota. Estoy muy emocionado y con un gran entusiasmo. Mando un abrazo para vos y Joaco y Dios mediante se los doy en persona el viernes!!

  2. Avatar

    Hola Victor!Recuerdo tu época de Granadero! Y la bronca cuando te esperábamos para la gala de inauguración del nuevo edificio en el Colegio Nacional 19, que ibas a venir como tal, además de ex alumno. (Ahí habría fotos). Alegría cuando supimos que fue porque te habían dado la baja. Pero nunca se deja de ser un soldado de la Patria. Te felicito por la travesía. En este tiempo que las fechas patrias solo son «feriados» necesitamos volver a nuestras raíces. Saludos.

    1. Victor De Victor

      Hola Maricel! Sí, aquello tuvo sabor mixto, la frustración de la ilusión de ir a mi Colegio a hacer la gala y no haber podido, y la alegría del motivo!. Me acuerdo como si fuera hoy que fui a retirar mi uniforme con todo firmado y cuando me lo iban a entregar, me avisaron que no iba a poder ser porque ya estaba firmada mi baja. Gracias por el recuerdo!

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    Qué buen relato! Se impone 2da parte! Tan diferente escucharla que leerla. Vic… vamos, escriba granadero, para que no lo borre el viento! Un abrazo.

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