DORADA OBSESIÓN

PESCAMOS EN: Rosario – Provincia de Santa Fe – Argentina

INTRO

A veces la perseverancia se acerca mucho a la tozudez. El pronóstico meteorológico amenazó durante toda la semana con arruinar mis planes de viajar a Rosario para realizar una jornada de pesca de dorados y también una de tarariras. Ciclogénesis es el nombre que se ha puesto de moda para calificar a aquellos “tormentones” que obligan a suspender los planes de pesca. Y justamente, el neologismo que está en boca de todos los meteorólogos de la TV, estaba anunciado para mi visita a la mencionada ciudad.

ASÍ LAS COSAS…

Me contacté con mi amigo el guía de pesca Lucas Santángelo (mi referencia en la zona) para evaluar juntos la posibilidad de hacer las pescas referidas. Con suma prudencia, me advirtió que el sábado ya estaba descartado dado que se aproximaba un vendaval.

Por lo tanto, la propuesta fue comprimir los dos planes intentando, pese al intenso viento también pronosticado para ese día, con el dorado por la mañana y con las tarariras por la tarde. Peor es nada, pensé.

BIEN CABEZA DURA

Llegué a Rosario el jueves por la tarde y todo el mundo hablaba de “la tormenta del fin de semana”. A tal punto, que al llegar al hotel miré las copas de los árboles que se movían desmesuradamente, y un pasajero que se retiraba en ese momento parafraseó a Crónica TV y me dijo: “se viene la tatormen!”

Cené y me fui a dormir con un exceso de optimismo.

El viernes por la mañana amaneció fresco y con intensos vientos en consonancia con el agüero de un canal local. Desayuné y me dirigí a la guardería en la que Lucas guarda su embarcación. Como decimos en el ámbito de la pesca, las banderas parecían estar “plastificadas”. La imagen es elocuente.

HACIA LA PESCA

Abrazos de por medio nos saludamos con mis anfitriones rosarinos y sin perder tiempo comenzamos a navegar. El intenso viento nos privaba de pescar aprovechando algunas estructuras. Tuvimos que hacerlo al reparo y cerca de la costa, con la difícil premisa de “pinchar” algún ejemplar al menos para sacarnos el gusto.

Por momentos costaba mantener la vertical sobre la planchada de la embarcación. Pero tenía fe que iba a dar con un buen dorado.

UN EQUIPO A LA ALTURA

Preparé para esta ocasión una caña Tech Dragon de 6 pies y 10/17 libras a la que acompañé con un reel de bajo perfil “huevito” Daiwa Tatula 100 HS cargado con multifilamento de 20 libras. El señuelo elegido para empezar fue una efectiva banana: el Gozio Bendy negro con vivos rojos y paleta 1. La protección, un leader confeccionado con cable forrado de 60 libras de manufactura casera con un esmerillón en el extremo proximal, y un mosquetón en el distal, ambos de muy buena calidad.

LO QUE FUI A BUSCAR

Dadas las condiciones, sabía que se trataba de todo un desafío y con grandes posibilidades de fracaso. Estudié previamente los elementos físicos y estratégicos, así como también el escenario. Y me preparé a obtener al menos uno, y si era “de los buenos”, mejor.

Pasamos un par de horas sin un solo pique, pero el optimismo estaba intacto.

Llegando a una zona de puertos tuve la primera emoción, un lindo ejemplar que se soltó al borde de la lancha.

Nada decayó. Seguí intentando hasta que sentí el “trancazo”. Clavé enérgicamente y comenzó una pelea que me indicaba que se trataba de un buen dorado, cosa que se confirmó en el primer salto. Luego de una lucha con muchos aditamentos dado el lugar y las condiciones, logramos la captura de un pez hermoso y vigoroso que vendió cara su derrota.

Le dije a Lucas: “a riesgo de parecer mediocre, ya está, estoy hecho. Esto es lo que vine a buscar”

Mi amigo Juan Pablo Gozio escribió en el prólogo de mi libro de tarariras: “Víctor entiende a la pesca como una experiencia mucho más trascendente que lo propuesto por la visión imperante, que por lo general es meramente instrumental y promotora de la maximización de los peces capturados”

Y es verdad, así vivo la pesca, sin estar prisionero de la cantidad ni del tamaño. Quise ese dorado y lo logré. Ya estaba satisfecho.

UN POQUITO DE ACTIVIDAD

El viento no dio tregua en toda la mañana, en el último rato Lucas obtuvo tres ejemplares más y yo solamente perdí uno en el salto del final. Ya tenía la cabeza en un nuevo escenario para la pesca de la tarde, una laguna en la isla con reparo y plena de tarariras.

AGRADECIMIENTOS

TECH TACKLE – Por la provisión de equipos y accesorios.

PAYO ARGENTINA – Por la indumentaria y anteojos.

A mis amigos NADINA y LUCAS SANTÁNGELO – OCEANIC TRAVEL 0341-154686222 – Redes sociales @Oceanic Travel – Súper recomendable!

A la gente del HOTEL MUSTO. Excelente atención y muy confortable. Pintor Musto 433 – Rosario

12 comentarios en “DORADA OBSESIÓN”

  1. Avatar

    Epa!! volvío a las andanzas mi amigo, y esta vez con un lingote de aquellos. Felicitaciones por la nota, como siempre, 3E… entretenida, esclarecedora y épica!!!

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