PESCA DELIKATESSEN

PESCAMOS EN: Club de Pescadores de la Ciudad de Buenos Aires

Luego de que la ola polar castigara a los primeros días de julio decidí poner el pecho al frío y realizar una pesca de pejerrey en el muelle del Club de Pescadores de Buenos Aires. Los datos que obtuve durante la semana no fueron alentadores, con informes de sendos “sapos” en más de una ocasión y con la actividad de las «flechas» reducida a un corto ratito de la creciente.

ARRIBO CON BAJANTE

Al llegar al gran muelle fui sorprendido por un río muy bajo con una pronunciada playa en el acceso al Club. Nada buenas las condiciones, y hasta el agua estaba un poco turbia, pero siempre el pescador ve algo lindo para intentar esta pesca, y no soy la excepción.

El frío intenso de la primera hora de la mañana hizo lo suyo para que el muelle se viera solitario. Caminé hasta el sector conocido como “el tranvía” y elegí el pesquero que me pareció el mejor lugar.

EQUIPAZO

Para esta ocasión preferí una caña Tech Sensitive 4,10 m., un “cañón” de gran calidad, liviana, versátil y con una bellísima cosmética. El reel, un Kunnan FX 500c frontal cargado con multifilamento de 0,12 lb. y la línea, un típico aparejo para pejerrey con 5 boyas de poliuretano esféricas, color fucsia, con rotores de doble giro y brazoladas de 15 a 25 cm. rematadas con anzuelos Gamakatsu n° 12. Acompañé con un puntero redondo de goma.

Las carnadas, filet de pejerrey coloreado y blanca natural, unos pocos gusanitos y las infaltables mojarras chicas saladas.

MUY BIEN PROTEGIDO

Es importante estar resguardado de las inclemencias del clima. El pejerrey demanda pescas expuestas al frío y al viento. Payo Argentina me protege. Campera, gorra, cuello, camiseta térmica primera piel, buzo, calzado, anteojos… y me despreocupo del viento, del frío y del sol. Genial.

SIEMPRE “CAÑANDO”

En el Club de Pescadores, que cuenta con un muelle de aguas pasantes de alrededor de 500 m. de longitud, para la pesca del pejerrey se practican tres maneras muy diferentes entre sí:

Con boya volcadora, en la que la línea trabaja a flote, pero a la vez fondeada. A mi criterio es una pesca muy estática y en consecuencia me resulta aburrida. Con este tipo de aparejos, los peces se clavan solos y por lo general terminan “tragados”, lo que además, casi siempre impide la devolución (*).

A la deriva, abriendo el pick up del reel dejando que la línea se aleje con la corriente. Esta técnica nos mantiene atentos a que las boyas pierdan su navegación alineada para así interpretar el momento exacto en el que se debe efectuar la clavada.

Y la que más me gusta, y que siempre realizo, “cañando”. Cómo se practica esta modalidad? Es una tarea bastante laboriosa pero gratificante. Se efectúa siempre corriente en contra lanzando la línea y corrigiendo permanentemente con el reel a medida que ésta se va acercando al muelle. Se pesca un tanto agachado, sobre todo cuando el aparejo llega al pie de los pilotes, y este ejercicio se lleva a cabo dos o tres veces por minuto, sometido esto último a la distancia a la que arrojemos la línea, y por supuesto, dependiendo especialmente de la velocidad de la correntada.

Luego de un par de horas, se hace duro para el físico, pero es fascinante como este modo nos permite apreciar los piques. La concentración requerida y la repentización que el pescador debe tener para clavar a tiempo, aportan una dosis de adrenalina que hace que esta pesca sea una delicadeza muy dinámica y entretenida.

CONSIDERANDO LAS EXPECTATIVAS

Cuando vamos a pescar al frente costero del Río de la Plata y en particular, practicando la modalidad “cañando”, no debemos pensar en la gran captura. Es cierto que a veces nos hemos llevado sorpresas con algún ejemplar de muy buen tamaño, pero por lo general, se obtienen pejerreyes de 10 a 30 cm., más que suficiente para mis pretensiones de comienzo de temporada.

UNA DURA TAREA

Costó mucho esfuerzo “arrancarle” unos pejerreyes al río (7, sólo picaron en creciente). Para lograrlo, debe primar la adecuada elección del equipo, la prolijidad en el armado del aparejo y en especial, del encarne.

Haber planificado esta pesca durante la semana, obteniendo unos cuantos ejemplares de estos caprichosos pejerreyes de la costa metropolitana, para mí fue un éxito. Por un buen rato me escapé del stress laboral, disfruté de un día hermoso conviviendo con el río, y pude lograr lo que fui a buscar, sabiendo previamente que la pesca iba a estar mucho más que complicada.

(*) Como es mi costumbre cuando pesco en la franja costera del Río de la Plata, devuelvo todos los pejerreyes al agua con el menor daño posible. Respetamos a quienes desean llevarse la pesca para darle uso gastronómico.

AGRADECIMIENTOS

TECH TACKLE – Por acompañar incondicionalmente a todos mis proyectos. Recomiendo la caña Sensitive mencionada en este artículo.

PAYO ARGENTINA – Por la excelencia en la indumentaria y accesorios que me permiten pescar protegido.

A mis queridos amigos GUSTAVO KAFERGUSTAVO PESTRÍN y DIEGO VENGROVER.

A Francisco de “LA PUERTA DE PESCADORES” por la amabilidad de siempre.

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