LOS SONIDOS DEL SILENCIO

«Algunas personas le hacen daño al mar, yo, le hago el amor» – Jacques Yves Cousteau

Comencé a practicar buceo en el año 1986. Tuve grandes maestros, técnicos y muy rigurosos. Ellos hicieron que ame a esta disciplina, que dicho sea de paso, va de la mano con mi profesión.

El mar, el agua en sí, es sinónimo de vida. Y vaya que nuestra plataforma marítima ofrece una biodiversidad generosa que es sin dudas un gran atractivo.

LA MECA

Puerto Madryn es la Capital Nacional del Buceo y desde hace un tiempo allí paso días de descanso, tanto en verano como en invierno. En esta hermosa ciudad chubutense emplazada en las orillas del Golfo Nuevo, encontré amigos, historias e inspiraciones.

En un lugar en el que se respira mar, estoy en mi salsa, leo, escribo, compro libros de fauna y de naufragios, como mariscos y hago deportes. Corro por la mañana, nado, y por supuesto, practico snorkeling y buceo.

DÍAS DE VIENTO

Enero llegó con un aditamento no deseado. Las aguas del golfo, siempre mansas, en esta ocasión mostraron su cara difícil. Agitadas, exhibieron a diario indeseables “corderitos”, que son señales de olas y espuma que impiden las actividades náuticas en general.

Me contacté con mi amiga Helga Vatter, de la empresa Aquatours a los efectos de que me encuentre una posibilidad en el clima y en sus excursiones para poder hacer una inmersión. Y Helga nunca me falla.

AL AGUA!

Al fin llegó el día con las condiciones necesarias para bucear. Bien temprano me presenté en Aquatours y saludé a todo el equipo. Es una gente maravillosa, súper recomendable. Muy profesionales y con gran paciencia, acompañan a aquellos que realizan su primera experiencia bajo el agua, haciendo del bautismo de buceo un inicio que casi siempre deriva en la continuidad en la actividad.

Con el consentimiento de Helga, me “colé” entre los que irían a iniciarse en el buceo. Pude realizar una hermosa inmersión en la que pude disfrutar el hecho de compartir el hogar de erizos, estrellas de mar, meros, turcos y diablillos.

SENSACIONES

El silencio bajo el agua es una fuente de espiritualidad. Sólo se escucha el sonido de nuestra respiración a través del regulador. Y si estamos “finos” y con buena predisposición, oiremos la actividad de nuestro corazón. 

La paz del mar llena el alma. El estar inmersos en el seno del océano es una experiencia que señala hitos en la vida de muchas personas. Cada vez que buceo, eso me ocurre.

INELUDIBLE

Al visitar Puerto Madryn, recomiendo acercarse a Aquatours y asesorarse sobre todo lo que se puede hacer allí. Seguramente será la puerta de inicio a una actividad y a un mundo vinculado con el mar que es absolutamente enriquecedor.

AGRADECIMIENTOS

A Helga Vatter, “Bedu”, y a todo el equipo de Aquatours – Facebook: Aquatours Buceo WhatsApp: +5492804518265 · Av. Roca 550, Puerto Madryn, Chubut.

A Nahuel, por las fotografías y videos.

A la gente del hotel Bahía Nueva, por su eficiencia y cordialidad – Av. Julio Argentino Roca 67, Puerto Madryn, Chubut – Teléfono: 0280 445-0045.

10 comentarios en “LOS SONIDOS DEL SILENCIO”

  1. Avatar
    Claudio D'Ambrosio

    Hermoso relato Víctor, Sabiendo lo mucho que te gusta este lugar, no es extraño percibir el sentimiento que revelan tus palabras. Dicen que ellas son el espejo del alma y este es sin duda el caso. Gracias por compartir tu experiencia.
    Me dice un conocido nuestro que leyó este relato, lo desgranó frase por frase y hoy va a escribir sus impresiones.

    1. Victor De Victor

      Ya te voy a llevar… ponele la firma.
      Y a nuestro común amigo, decile que tenga cuidado con sus embates. Hay una versión circulando sobre un supuesto rearmado de la Caterva y ese individuo puede llegar a llevarse una sorpresa.
      Un abrazo y gracias por comentar!!

      VDV.

  2. Avatar

    Ah, Víctor… siempre tan leal al llamado del océano, ese vasto escenario que, según parece, se detiene en el tiempo para recibirlo. Es fácil imaginar a las olas murmurando… ¡Aquí viene de nuevo el trovador de las profundidades!.
    Las reflexiones sobre el agua como “sinónimo de vida” tienen un aire casi revelador. Pero, siendo justos, el mar ha existido y prosperado mucho antes de sus epifanías poéticas. Lo que para Víctor parece un descubrimiento trascendental, para el océano probablemente es solo otro martes.
    Y la cita de Cousteau, una gran jugada! Compararse, aunque sea de manera indirecta, con el ícono del buceo es algo así como colocar un kayak al lado de un transatlántico.
    Puerto Madryn, su “Meca personal”. Qué imagen tan grandilocuente. Es fácil imaginar a los habitantes marinos organizando una asamblea cada vez que él se acerca…. ¡Atención, se aproxima el poeta con patas de ranal!
    Y luego está Helga, cuya aparición es casi divina. Su intervención oportuna aporta ese toque justo de color al relato, aunque no queda claro si Helga es una heroína espontánea o simplemente alguien que tuvo la paciencia de acompañar a Víctor en su cruzada marina.
    Al final, no se puede negar que tiene un talento único para convertir cualquier día en el agua en una epopeya. El mar seguirá siendo majestuoso, con o sin sus relatos, aunque tal vez disfrute del silencio que queda cuando Víctor se despide.

    Josecito

    1. Victor De Victor

      Querido amigo, acá creo que se fue al pasto con lo del kayak. Qué feíto, y hasta hostil!!!
      Otra… no sea ignoto, José, eso de «patas de rana» déjelo para la Pelopincho, se dice aletas. Y por último, La Señora Helga es lo más, por favor no la involucre en su verborragia irónica.
      «El trovador de las profundidades»… es un poco mucho también. Y por último, por qué me castigó tanto esta vez? Debe saber que tengo amigos en el Club de Pescadores que lo han leído y que quieren hacer justicia por mano propia con su persona. Está advertido.
      Cordiales saludos, y aunque le parezca mentira, celebro sus comentarios.

      VDV.

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    Claudio D'Ambrosio

    No le des bola Víctor… está viejo y gaga. Debe estar dolido porque nunca le dedicas una nota tuya, como lo hacías antes..qué se yo…

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    Estimado pedagogo:
    Me resulta difícil disimular el asombro que emana de mi espíritu al leer sus hormigueantes palabras. Con no menor estupor, constato que persiste en rodearse de vulgares personajes cuya única función parece ser la de intimidar a todo aquel que osa discrepar con usted, tan iracundos y ruines como lo fue, en su momento, la célebre Caterva.
    Confío en que, contra todo pronóstico, reconsidere su postura, aunque, siendo franco, a estas alturas de mi vida, no albergo esperanza alguna de que usted logre semejante prodigio, claramente inalcanzable para los estrechos confines de su limitada imaginación.
    Y si usted persiste en el intento de afrontarme, le anticipo que me apersonaré en ese lugar donde se guarece junto a sus adláteres y, con absoluta bizarría, procederé a repartir un par de schiaffos sin el menor atisbo de inhibición. Considere esta notificación formal y debidamente entregada.
    ¡Ante mí, doy Fe!!!!

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